Se acerca el fin de un año que no se parece a ningún otro, porque en ningún otro año tuvimos que enfrentar y resolver retos tan grandes ni un mundo con tantas nuevas condiciones.
El año de la pandemia trajo oportunidades, pero también nuevas dificultades y lo único claro hasta ahora, es que aún no estamos en la “nueva normalidad” y que esta es una época en la que debemos aprender, ajustarnos rápidamente a una realidad cambiante y aprender a identificar las verdaderas oportunidades.
Los cambios que se dieron en el tema de Seguridad y Salud en el Trabajo también fueron grandes: nos vimos obligados a trabajar en condiciones de riesgo biológico como nunca antes, a trabajar en la casa con cónyuges e hijos 24 horas diarias, a trabajar bajo presiones desconocidas y todo eso ocurrió mientras el sistema de gestión SST se mantuvo estático en algunos casos o en algunos temas.
Hay que tener muy claro que el sistema de gestión SST es dinámico y que debe ajustarse a la realidad de cada momento. Es por eso, que debe mantenerse actualizado y listo para responder las preguntas que hacen los clientes, los proveedores y las autoridades; entre ellas:
- ¿Tiene al día su sistema de gestión SST?
- ¿Cumplió el plan de trabajo 2020?
- ¿Ya identificó los peligros de la “nueva normalidad”?
- ¿Tiene los protocolos de trabajo seguro y funcionan en la práctica?
- ¿Tiene listo el plan de trabajo para 2021?
El estado del sistema de gestión SST puede hacer la diferencia entre ganar o perder un cliente, como puede hacer la diferencia entre cumplir o incumplir la ley y con eso ser o no, objeto de multas.
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